Estreno de «Íntimos»

Obra de teatro basada en los complejos universales de Edipo Rey y Electra, consagrados en las tragedias de Sófocles y en los estudios psicológicos de Sigmund Freud. La propuesta es minimalista y breve.

Promete calidad y está integrada por noveles como Andy Serrano en el papel de Electra y Alan Anaya como Tiresias.

En el papel de Edipo, Alejandro Esparza Farías respalda al equipo y además es el dramaturgo y creador del concepto.

Brevedad Acústica

 
A: Danielle Jollie.
 
Sobre el oscuro se escucha un concierto para violín de Tchaikovsky muy romántico. Suavemente se empieza a iluminar el escenario, no hay nada, solo el ciclorama negro y la luz. Al centro, cenitales de color ámbar. Extremo izquierdo azul, extremo derecho rosa. Entra un bailarín, se para en el centro del escenario. No hace nada. Está meditando profundamente sobre la música que escucha. Entra una niña, le regala un globo. El lo toma y al salir la niña de la escena dando un ligero paso de ballet, que es una especie de rond de jambe en l’air, él deja suelto el globo que se revienta estrepitosamente. Continúa la música de fondo. El bailarín de pronto adopta una posición Épaulement y luego da giros hacia el centro, se empieza a transformar por medio de posiciones diversas que le ejemplifican como un artista que se inspira para componer la música al tiempo que la vive. Genera una lenta coreografía que demuestra alta concentración y está basada en aquellos pasos del adage; pliés,developpés y gran fouetté en tournant y concordance; sosteniendo el equilibrio de la línea. Posteriormente abre los brazos, al cerrarse con los talones, hay un momento de flexión en su cuerpo que le hacen caer al piso. Comienza a escucharse la Obertura 1812 del mismo autor ruso antes citado. El bailarín actúa sufrir grandes dolores. De pronto se queda quieto, acostado boca arriba. Vuelve a entrar la niña en una versión delrond de jambe en l’air que antes había hecho. Se queda quieta, luego avanza en actitud de bailarina clásica, pero muy lento. Obviamente viene vestida con su respectivo leotardo o malla y zapatillas, etc. Viene en actitud fúnebre. Trae unas flores, cuando llega a El, empieza a bajarse una gran corona luctuosa. Ella deposita las flores encima del cuerpo inerme del bailarín. Entran dos personajes con malla negra, portando una especie de camilla. En coreografía recogen el cuerpo, se lo llevan. Al salir de escena, queda la niña sola en el centro del escenario. Repite la coreografía que el bailarín había ejecutado. Cuando abre los brazos y cierra con los talones, hay un momento de flexión en su cuerpo que le hacen también caer al piso. Tras una pausa se enciende la luz general del escenario. Entra el bailarín ya con ropa normal a la escena, levanta a la niña y la abraza dulcemente.
 
Bailarín.- (Suave y amoroso) Ya Beatriz, ya llegará mamá de su largo viaje. ¿Si? Mientras tanto, hay que llevarte al internado nuevamente.
 
Salen de escena.
 
Oscuro.

 

Brevedad Romántica

 
A: Luis Martín y Bárbara Izaguirre.
Al centro del escenario hay una banca de jardín y en el fondo se observa un paisaje de muchos árboles y flores. El ambiente lo organizan los cánticos de diversos pájaros con el fondo de un violín. Entra una pareja por la izquierda del escenario, vienen abrazados, Ella con un algodón rosa, El con un algodón azul. Se sientan en la banca. El le ofrece algodón a Ella, quien lo acepta y le intercambia el suyo color rosa.
Aparece un prestidigitador que se para enfrente de ellos. Cuando se va, Ella porta un bigote espeso, El trae un sombrerito floreado.
Ella.- (Se escuchan las campanas de la Catedral de Santiago de Saltillo) ¿Has escuchado las 4 estaciones de Vivaldi?
El.- No. (Pausa) ¿Por qué?
Ella.- Porque seducen al amor cada una de ellas.
El.- Yo he escuchado algunos cantos gregorianos, nada más.
Ella.- ¿Y que acontece en ellos?
El.- Nada en lo particular. Uno se queda sin cuerdas vocales.
Tras observarlo unos momentos, Ella se levanta para retirarse, El también. Salen juntos. Al salir entra el prestidigitador convertido ahora en titiritero, cada títere representa a uno de los anteriores personajes. El titiritero, los emula en el diálogo anterior. Suena el reloj de la Capilla del Santo Cristo de Saltillo.
Oscuro.

 

INUSITADA DRAMATURGUIA

Por: Cirilo Recio Dávila.

 

La adaptación de una obra clásica, como Hamlet, requiere de una base efectiva en el núcleo esencial de la dramaturgia original. Aunque la historia del príncipe de Dinamarca es sencilla, son la trama y la idea central que propone esta tragedia lo que ha de considerarse como punto de partida fundamental.

 

De acuerdo con Miguel de Unamuno un héroe trágico, un personaje de novela, un protagonista de una obra dramática nace del sentimiento más profundo del autor; de su propio corazón y de su vida interior. Mientras Jorge Luis Borges afirma que una obra de creación puede ser «creada de nuevo» -recreada- en cuanto un lector hace su propia interpretación de ella. Una adaptación de una obra clásica es por tanto una nueva lectura de ese núcleo, de esa idea original.

 

En este sentido «Hamlet, Imperio del Dolor» representa un afortunado ejemplo de adaptación dramaturgica realizada por Alejandro Esparza Farías y Espinosa por varias razones. La transformación del príncipe a un joven ejecutivo financiero de NY, así como la traslación de la complejidad de voces y personajes originales hacia una versión con un solo personaje en escena – el propio joven Hamlet–, así como el uso del multimedia para ciertos momentos de la obra soy ya de por sí producto de un exhasustivo trabajo de recreación de la tragedia de Shakespeare. Sin embargo el núcleo, el fundamento, el centro de la historia de Hamlet es el hecho de que la justicia trasciende la muerte y la condición humana se genera a partir de las propias acciones, tanto de asumir el llamado de un  destino.

 

Las reflexiones del joven heredero sobre la vida, la justicia, la venganza, la belleza y la vacuidad de la vida cuando sobre ella pesa el crimen, siguen siendo reflexiones tan vigentes hoy, asó como lo fueron en la época isabelina. Y es esta idea central a la que particularmente es fiel Alejandro en este montaje y adaptación teatrales. Puesto que enfatiza primero que nada, la lealtad hacia su Padre, el Señor Hamlet, la consciencia sobre su destino y la justicia, logra la redención que salva su honor permite, en una interpretación teológica, que su padre muerto se libere del tormento. Si consideramos que en es mundo trascendente a la vida, en la muerte, los hechos y acciones humanas como el crimen, el bien la justifica tienen una repercusión, una expresión real. Entonces vemos que el joven asesor financiero logra que su padre alcance la liberación de su condena, precisamente porque hace de la justicia su único propósito en la vida.

 

LA PARADOJA DEL MUNDO HIPER INFORMADO

Aislado por un mundo fríamente definido por la especulación financiera, Hamlet se encuentra sólo. La relación que tiene con sus semejantes es muchas veces virtual y otras más mediada únicamente por los elementos de la tecnología electrónica. Estros nos habla de una condición de nuestro tiempo: estamos híper comunicados pero al mismo tiempo en el autismo de  de una soledad en medio de la multitud. Empero el Joven Hamlet en Nueva York no vive en un estado de locura («no hay desorden en mí») – dice a su madre Gertrudis en uno de los parlamentos más claros de la obra original y en esta adaptación; su aislamiento es signo de nuestro tiempo, pero su soledad también es indispensable para llevar a cabo la tarea de la justicia. En el Hamlet original, éste vive aislado y solo. Esto es porque se trata de un mundo en el que nadie de los que le rodean comprende ni su dolor, ni su destino, y por lo tanto su titánico esfuerzo de justicia y de venganza para re establecer el honor por el asesinato de su padre a manos de su tío y de su madre. En el Hamlet del imperio del dolor de Esparza Farías y Espinosa, en cambio dicha soledad es una realidad física, dado que se encuentra permanentemente en su despacho y toda relación está mediada por la tecnología más sofisticada.

 

La propuesta incide en dos condiciones esenciales y vitales del joven financiero: ha de asumir su destino por sí mismo, en la soledad de su propio ser y también expresa la condición específica de la duda existencial, magistralmente definida por el bardo de Strattford en el soliloquio del «Ser o no Ser».

 

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Los tecnicismos financieros, en especial hacia el final del montaje de la adaptación de Alejandro, son necesarios en la medida en la que restablecen el orden del mundo dell Hamlet neoyorquino. La Justicia se deriva precisamente de la caída total de los traidores que el joven ha descubierto. Esto requiere entonces de una trama extra, un tejido sutil que permita ver al espectador el cerco que tiende Hamlet a su tío Claudio, a su madre Gertrudis y a Laertes, que han de quedar en el más absoluto de los desprestigios.

 

También logra -Esparza Farías y espinosa una re interpretación del juego fundamental del Fortinbras de Shakespeare, que en este caso viene a fungir como capitán escudero del mundo financiero trasladado a un Fortimbrás Smithoover y que le permite justamente llevar a cabo al pie de la letra su venganza. La trama con Ofelia queda entre tejida de tal manera que comprendemos que a final de cuentas el amor entre ambos debería haber sido indestructible a pesar de la intriga y la traición.

 

Un trabajo completo como el logrado con Hamlet; Imperio del Dolor merecería haber contado con mayor atención por parte de las instituciones, pero sabemos que a final de cuentas, las personas que las dirigen solamente piensan en su buen comer y su bien viajar.

«Hamlet; Imperio del Dolor» de Alejandro Esparza Farías y Espinosa estuvo en cartelera gracias al esfuerzo del mismo actor y dramaturgo y por supuesto tuvimos la oportunidad de colaborar con él personas que como yo, ahora escribimos en memoria de ese legado inolvidable de lo que fue el estreno en Saltillo de esta tragedia universal, representada por primera vez en los 436 años de vida de esta ahora metropoli.

 

Cirilo Recio Dávila, 2011.

Actor, poeta y periodista.

Asistente de dirección en el mencionado montaje.

Brevedad Satánica

 
A: Armando Javier Guerra.
Sobre un gran escritorio hay una máquina de escribir rodeada de legajos y hojas sueltas, producto de todo el tiempo en el que se ha trabajado en ella. Se enciende un cenit anaranjado en círculo que ilumina a la máquina, mientras Armando entra a escena. Es un escritor prolífico de más de cuarenta años, vestido con un pantalón café oscuro y una camisa color crema, va arremangado, con un listón de editor en jefe en su brazo derecho, una boina negra y un puro en la boca. Zapatos mocasines color crema. Trae consigo un par de hojas que está estudiando concienzudamente, habla en voz baja, solo. Se sienta en la silla de su escritorio, deja las hojas a un lado y acomoda una hoja nueva en los rodillos de la máquina. Empieza a teclear a una velocidad vertiginosa. Hay un cambio en la iluminación y de inmediato se genera un ambiente mágico, del cual se observa que de la máquina empiezan a salir chispas centelleantes, humo y todo se transforma en rojo intenso. Acompaña esto una música electrónica estridente. Después de una pequeña pausa, se despeja el área del escritorio y vemos a Armando convertido en un demonio y a la máquina de escribir transformada en una computadora.
Armando.- (Profundo) Después, mi próxima novela se titulará “Carta a Dios Padre”.
Transición de oscuro a un par de leekos en verde y azul tenue que iluminan un pendón con la imagen del escritor que anuncia la firma de autógrafos del libro; “Proverbios Endemoniados”.
Oscuro final.